0 - R. Zaragoza : César; Diogo, Sergio Fernández, Gabriel Milito, Juanfran; Celades (Oscar González, min.86), Zapater; D'Alessandro (Lafita, min.68), Sergio García (Ewerthon, min.68), Aimar; y Diego Milito.
1 - Valencia: Butelle; Miguel, Albiol, Navarro, Curro Torres; Silva (Hugo Viana, min.92), Albelda, Baraja, Vicente (Morientes, min.73; Angulo y Villa (Joaquín, min.79).
Goles: 0-1. Min.42, Angulo
Árbitro: Pérez Burrull, del comité Cántabro.
Amonestó con cartulina amarilla por el Real Zaragoza a Sergio Fernández y por el Valencia a Navarro, Curro Torres, Butelle, Baraja y Joaquín.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga disputado en el estadio de La Romareda en noche fría con terreno de juego en buen estado ante unos 22.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de los colegiados cántabros Jaime Mora y Fernando Arcas.
La conclusión fundamental que se saca del encuentro ante el Valencia es que los Chés juegan a otra cosa. Juegan a eso que se ha venido a denominar el "antifútbol" y que consiste en ganar los partidos con una posesión que no llega al 40%, con un juego soporífero que aburre a las ovejas, desespera a los rivales y vacía los estadios. Pero ese antifútbol fue suficiente para doblegar a un Zaragoza que, por momentos fue brillante y por momentos inoperante, que dominó el fútbol en la primera parte y que se vio superado por la contundente y férrea defensa valencianista.
Así son las cosas. El Real Zaragoza comenzó efusivo, con ganas de marcar y de agradar, todos esos requisitos representados en una única persona: Pablo Aimar. El "cai", lo intentaba siempre, en ocasiones hasta con ansiedad, algo que le impedía pensar con claridad y perder más balones de los habituales. Por su parte el Valencia se empleaba con dureza intentaba parar a los aragoneses en apenas 35 metros de cancha.
El Zaragoza dio un auténtico recital en la primera parte pero adoleció de pegada. Muchos fuegos de artificio pero pocos remates al área. En el minuto 15 apunto estuvo de marcar Aimar al botar una falta que blocó Butelle con muchos problemas. Unos minutos más tarde Aimar volvió a ser protagonista al disparar raso sobre la portería Ché pero el disparo lo atajó el portero, esta vez sin problemas. Salvo estas dos ocasiones, el resto de la primera parte, incluso podríamos decir el resto del partido fueron simplemente pases, jugadas, cerco a la portería de Butelle pero en el área defensa numantina y muralla infranqueable.
En estas, el Valencia no lograba hilvanar jugada alguna, no sabemos si por la presión del Real Zaragoza o por la comodidad que da el depositarte en tu antifútbol, ver cómo pasa el tiempo, cómo intenta jugar al fútbol tu rival, cómo se lo impides tú a base de faltas y cómo el portero rival está en Babia, Angulo intenta una frivolidad y el balón se cuela por la escuadra para dejar helada, más si cabe, a la grada zaragocista.
El Valencia sin haber hecho nada, n-a-d-a, nada, se ponía por delante en el marcador y llegaba el descanso para más desgracia blanquilla que veía como todo su esfuerzo se perdía en la inmensidad de la “nada” y como en la primera parte el trabajo táctico-defensivo de los de Sánchez Flores se ponía por delante en el marcador.
La segunda parte fue peor
El paso por el vestuario no mejoró para nada el Real Zaragoza, de hecho no mejoró en nada el resultado ni la imagen de juego exhibida. Digamos que la segunda parte sobró. Fueron los minutos de la basura.
El Real Zaragoza salió con la intención de darle la vuelta al marcador pero, ni las piernas acompañaban ni el rival ayudaba lo más mínimo a despuntar un pequeño atisbo de mejora. El partido se endureció, Albelda ejerció de su profesión frustrada, la de carnicero, Aimar sintió impotencia, D’Alessandro vagaba, Sergio no las veía, Diego tenía que bajar muy abajo a recibir y Celades, recién salido de una lesión, estaba para pocas fiestas.
Todo esto, en estadísticas se resume en un dato. En la cifra de disparos a puerta realizados por los dos equipos en la segunda parte. Diogo un disparo flojo y sin peligro para Butelle, en lo que al Real Zaragoza hace referencia, y un disparo de Morientes tras jugada personal para el Valencia. Ya está. Se acabó. Ese fue todo el bagaje ofensivo de ambos equipos en la segunda mitad. El resto patadas, golpes, faltas y demás ingredientes del “antifútbol”. Dio igual que entraran Lafita, Ewerthon y Óscar. Como si hubiera salido yo. El Valencia no dejaba y el Zaragoza no sabía.
Así las cosas, y tras los resultados de hoy, el Real Zaragoza sale otra vez de los puestos de Champions, se aprieta la parte superior de la clasificación y encima te toca viajar a un campo en el que no se gana desde tiempos pretéritos, San Mamés para enfrentarte a un recién emergido Athletic. Por cierto, que el Real Zaragoza sigue sin ganar en casa con Pérez Burrull y pierde a Sergio Fernández para el encuentro ante los vascos.
Puntuaciones (de 0 a 5)
César: 0. El gol es responsabilidad única y exclusiva suya. Fue la única parada que tuvo que hacer, y un error de colocación, fue la causa de la pérdida del encuentro. Necesita tener un portero de garantías por detrás para generarle presión.
Diogo: 1. Su banda fue un festival para Villa y Vicente que la aprovecharon para generar algo de peligro, poco, pero algo de peligro. Estuvo flojo.
Sergio Fernández: 2. No tuvo trabajo, el Valencia no se aproximó al área zaragozana. Se le mostró una amarilla y se pierde por acumulación de amarillas el partido del martes ante el Athletic.
Gaby Milito: 2. El central argentino no tuvo trabajo y el poco que tuvo lo solventó sin problemas. Aprueba en su labor.
Juanfran: 2. Pasó desapercibido en el encuentro. No tuvo nada de trabajo dado que por su banda no se volcó el ataque del Valencia. No se prodigó en ataque.
Celades: 2. Jugó mientras le duró la gasolina. La primera parte hizo transiciones, movió rápido el balón y fue el gran jefe del centro del campo. Se agotó en la segunda parte dado que salía de una lesión sin ritmo de competición.
Alberto Zapater: 2. Amargo centenario el del Ejeano. El centrocampista aragonés no tuvo problemas en el centro del campo aunque en la segunda parte le ganó la partida Albelda.
Aimar: 2. Acabó el encuentro con la rabia del que te ganan jugando peor que tú, sin merecerlo. Perdió muchos balones y estuvo impreciso, merced de las ganas de impresionar y de agradar.
D’Alessandro: 1. No estuvo en el encuentro. Estuvo perdido. En la primera parte aún se le recuerda alguna jugada de interés pero en la segunda nada de nada.
Sergio García: 1. Está negado de cara al gol y no está jugando como al principio de temporada donde le salía todo. Acabó sustituido y un poco desquiciado.
Diego Milito: 1. Se desgastó mucho en la primera parte pero no remató a puerta. En la segunda ni las olió. No pudo hacer nada ante la muralla valencianista.
Lafita: S/C. No aportó nada en los minutos que estuvo sobre el terreno de juego.
Ewerthon: S/C. El pistolero tenía la pólvora mojada y pasó inadvertido.
Óscar: S/C. Ni tuvo tiempo ni pudo aportar nada al juego del equipo por la situación en la que salió.
